Las células madre son la reserva natural del cuerpo, que dan suministro a las células especializadas agotadas o dañadas. Todos tenemos células madre que trabajan en nuestro interior. En este preciso momento, dentro de su médula ósea, las células madre trabajan para producir los 100.000 millones de nuevas células sanguíneas que se necesitan al día!
Es necesario generar células nuevas de manera constante simplemente para que nuestro cuerpo siga funcionando. Algunas células especializadas, como las sanguíneas y las musculares, son incapaces de realizar copias de sí mismas mediante la división celular. En lugar de eso, su suministro procede de poblaciones de células madre. Las células madre tienen la exclusiva capacidad de producir copias tanto de sí mismas (auto-renovación) como de otros tipos de células más especializadas (diferenciación), cada vez que se dividen.
Las células madre son fundamentales por lo tanto para el mantenimiento de tejidos como la sangre, la piel, el intestino, que se renuevan constantemente y del músculo o articulaciones, que puede aumentar según las necesidades del organismo y que con frecuencia sufre daños durante la actividad física.