La rosácea es una afección crónica de la piel que afecta principalmente al rostro y que es una de las más frecuentes entre la población. Puede manifestarse a cualquier edad, pero es más habitual "entre los 30 y 50 años, en personas de piel clara y en aquellas que han tenido acné intenso en la adolescencia", explican en la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Esta enfermedad cutánea, que afecta a una de cada diez personas, está caracterizada por un enrojecimiento de la piel y en ocasiones suelen aparecer pápulas o granos, similares a los del acné. En este sentido, el uso de mascarilla para prevenir el contagio ante la Covid-19 ha agravado esta condición entre la población, tal y como han señalado en varias ocasiones los expertos en dermatología.
¿Cuáles son las causas de la rosácea?
Como indican los expertos de la AEDV, la rosácea tiene dos variantes: una focal que se manifiesta con manchas segmentadas en determinadas zonas del cuerpo y otra universal, que abarca grandes extensiones del cuerpo. No obstante, "no se conocen con exactitud las causas que provocan la rosácea", aunque se sabe que "hay algunos factores que agravan los síntomas" como los siguientes:
- La exposición a la radiación ultravioleta sin protección adecuada.
- Temperaturas extremas.
- Estrés.
- Las bebidas alcohólicas o muy calientes.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los especialistas de la Clínica Mayo explican que el "enrojecimiento facial" es uno de los signos de alerta más característicos de esta enfermedad, ya que "los pequeños vasos sanguíneos de la nariz y las mejillas a menudo se hinchan y se hacen visibles". Otros síntomas frecuentes son los siguientes:
- Protuberancias rojas e hinchadas, que pueden contener pus en algunas ocasiones.
- Afecciones oculares: algunos pacientes con rosácea presentan "ojos secos, irritados e hinchados".
- Este problema cutáneo también puede afectar a la nariz provocando un aumento de su grosor.
¿Existe tratamiento?
El tratamiento de la rosácea se centra en controlar la sintomatología, aunque depende de la gravedad. Desde antibióticos, hasta medicamentos tópicos o una combinación de diferentes fármacos. Así, existen cremas que se utilizan para reducir los síntomas del enrojecimiento que se aplican en la piel.
Los antibióticos orales suelen recetarse para "la rosácea de moderada a severa con protuberancias y granos", añaden en la Clínica Mayo. Por otro lado, "la terapia con láser y otras terapias basadas en la luz pueden ayudar a reducir el enrojecimiento de los vasos sanguíneos agrandados". Asimismo, resulta esencial adoptar una serie de hábitos diarios y un estilo de vida saludable que incluya prácticas de cuidado personal para prevenir los brotes.
- Aplicar protección solar de forma diaria de factor 30 o superior.
- Utilizar sombrero u otros elementos para prevenir el sol, así como bufanda cuando las temperaturas sean bajas.
- Usar una crema o loción limpiadora hidratante sin jabón de forma regular.
- Evitar productos que contengan alcohol u otros irritantes para la piel.
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