Cada año, la Semana Santa, que inicia con el Domingo de Ramos y concluye con el Domingo de Resurrección, se celebra en una fecha distinta. Esto se debe a una razón histórica. Aquí te lo explicamos.
Para los católicos, la Semana Santa es la celebración más importante del calendario litúrgico, porque se recuerda la resurrección de Jesús. De hecho, durante los tres primeros siglos de la fe era la única fiesta que se celebraba.
El origen de la fecha se debe a que la muerte de Cristo ocurrió cerca de la Pascua judía. Los Evangelios se refieren a esta celebración en el pasaje bíblico de la Última Cena, cuando Jesús se reunió con sus discípulos para celebrar la fiesta en la que los judíos recordaban su salida de Egipto.